Un paseo,
un intento,
una treta.
Hay algo en el movimiento
de estepa del pavimento,
como un seseo de columpio
- el balanceo prometido
en un susurro a destiempo.
El acerado de parcelas
devuelve geométricos los ojos
presuntos del águila que vuela,
y es el sol,
el que levanta este oleaje
de viento de luz,
quien ciega al equilibrio
y lo florece en aleteos de miradas.
En la cabeza que pasea,
justo cuando cabe un niño,
y el resto de interferencias...
... se ha detenido la tierra y,
apagadas,
se están aburriendo
de nuevo las estrellas...
...
...
...
..
..
..
.
.
.
CLARIDAD.
Hace 3 días
1 comentario:
Las estrellas se apagan cuando de verdad se creen que son estrellas.
Se aburren ellas, y aburren a los que las contemplan.
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