Silencio, silencio,
que el silencio es la potencialidad del todo
y las palabras sesgan y limitan su infinito.
Palabras, palabras...
ládralas como atajos,
pliégalas,
trénzalas,
emborráchate de ellas
hasta ocultar a tu dolor
tu artificio de aspirina;
trenza versos y
hazte una silla,
una estantería
o un sombrero.
Entretente,
adicto a los pasatiempos,
créete tus cuentos,
y sueña con que el vértigo de tus colores
abandone la cárcel de los verbos.
Puedes hacer lo que quieras,
puedes trenzarte una silla,
sentarte y esperar la queja.
Engáñate, poeta,
con la gloria de la tragedia
o el regusto de tus propios azotes solitarios;
o acéptalo y calla,
o agita derrotado por las calles
una bandera blanca con llamas
en los costados negros.
En cualquier caso,
no reclames nada.
Que agito verbos,
que hago interferencias
o suavizo el viento con la palma de las manos;
eso da igual,
ingenuo velero,
ya que hasta el mar es mentira.
Tú no estás aquí,
ni lo estarás nunca...
...
...
...
..
..
..
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MARIQUITA
Hace 4 horas
3 comentarios:
Bien escrito, si señor! me gusta mucho lo de "ládralas como atajos"
"...y sueña con que el vértigo de tus colores
abandone la cárcel de los verbos."
I loved it ;)
Gracias a las dos!!
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