La mano-guante que persigo,
la que cambia de manos,
la que he reconocido escondida
en tantas voces distintas
enlazadas por el tiempo
Esa prenda de templadas transacciones
de calor,
es fuerte, fiel a sí misma,
inquebrantable y limpia
El guante lo lució tu mano,
pero ya se fue de ella
por motivos obvios,
buscando donde reconocerse
- yo sigo tras él,
atento a que su nueva morada
vuelva a reencontrarse
con la mía...
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...
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