Cómo sobrevuelan las manos del viento,
negras como la hora que marcan,
para que la estación acaricie
tejados ignorados por la luz
de la avenida
Las veo,
pero hay un pacto de silencio
tras ciertos apretones
de manos encubiertas,
que tilda en el índice
su acentuación llana...
...
...
...
..
..
..
.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario