Hacia dónde,
con respecto a qué
Todo pende en una deriva
sin ancla ni puntos cardinales
En algún momento
se acabó la inmortalidad,
y ante la noche
soy una carnaza
inminente que sin embargo
encuentra una caricia
en la oscuridad
Ella luce siempre un vestido de silencio,
y por ello viene a mí para escucharse
en un diálogo de ojos,
aún enseñándonos los dientes
Llevas una hondonada por dentro
que te arrastra,
pero necesitas palabras,
sombra muda,
para tener un nombre,
y yo sí he nacido para eso...
...
...
...
..
..
..
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