Es un péndulo, la perra,
gira sobre sí misma con
intermitentes sonidos de patitas.
Suenan a plástico, debe ser cosa del suelo.
Tarde: se siente el caer del cielo sobre los hombros.
Quita el aire, todo se hace pesado y se ralentiza,
naranja,
como las mejillas.
Bueno, respirar; primero,
encender la luz.
Oh, bueno,
entra la noche y su aire frío,
poco a poco,
infecta cada una de mis plumas.
Qué primavera de otoño,
entran triunfantes
las heladas
y sus querubines de tormenta...
La perra se acuesta,
pero yo no he encendido nada...
...
...
...
..
..
..
.
.
.
CLARIDAD.
Hace 3 días
1 comentario:
Gracias también por el corte de los Rolling. Seguimos rodando,
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