Ahora los recuerdos son monedas,
re-cuerdas que entonan un pasado,
y crecen con la inflación con que el tiempo
emborrona los pasos,
acaso nunca caminados.
Pero mientras las re-cuerdas
insisten en su Re de pretéritas conquistas,
será que mi frente de guerra sigue plantada
como un árbol que,
solo,
mira al porvenir del horizonte,
sordo a los lamentos de la tierra
-la nostalgia por aquello
que, quizá, nunca existió...
Yo sigo afinado en Sol,
afónicos poetas del susurro,
como lo está cada mañana con su luz,
que da forma a los futuros...
...
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NACIONAL.
Hace 2 días
1 comentario:
Recorro cada una de sus cicatrices,
huelo su cuello, beso sus ojos y miro sus labios.
Aún no le he visto, pero le echo de menos.
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