viernes, 22 de agosto de 2008

Trampa-trapecio de ojos

Espera manante de mar,
espera;

que la lluvia te enseñe
a desbordar tu sal galante
de gala-mar.

Espera manante de mar,
espera;

cierra los ojos en que
se ahoga mi vasto respirar
de galerna-cala-mar;

No me contengas,
espuma manante de mar,
mirada continente de mi cantar
de sol poniente...

Espera, sanante de mar,
espera;

... que aún he de soplar expiraciones
ahogadas en mi gaita-mar de primavera...

Espera, alante de mar,
espera;

... que un corazón de tormenta
puede hacer volar a las
galeras con cometas desairadas...

... espera, amante de mar,
espera...

... y mírame respirarte de cerca,
como un fantasma que
sobrevuela la nube blanca
en la que fuiste vertida,
derramada,

... predestinada como un viento...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bonito, Kique. Es muy tierno, muy divertido, por ejemplo el primer gala-mar.
Las repeticiones son una de las constantes en la poesía popular castellana, y por supesto también en la gallego-portuguesa, que es donde más se evoca al mar, y sus ondas.
Buen baño.

Unknown dijo...

Sí, gracias, está bien la variación mínima de los atributos del mar:
acabando con el máximo, amante de mar.
El final valida cualquier espiritualismo.