La
palma de la mano,
la
palma de la mano del pecho,
la
que impulsa, la que columpia;
la
palma del corazón en la mano,
la
palma de la mano del alma,
la
que se olvida,
la
que no se sabe usar;
la
palma catapulta,
el
empujón del suelo,
la
mano que vuela,
la
mente que manda y
el
don olvidado de los ángeles...
Esa
mano,
que
yo sé,
esa
palma que eleva,
no
se ve,
se
enhebra a pasos largos
por
el huso del telar
como
un recuerdo.
sólo
la palma,
la
que se olvida usar,
sólo
la mano y su requiebro,
y
las yemas de los dedos,
a
pesar de las manos dormidas
de
los pechos mancos,
te
sabe decir lo que tú ya sabes...
…
…
…
..
..
..
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