Puede que te traspasara ese espíritu
que sé poner donde poso los ojos
Podrá parecer que juego con fuego
y que con la inconciencia propia de los niños,
como un malabar mortal carente
de todo sentido ajeno a la inocencia,
tu corazón y tu cabeza
vuelen por los aires de mano en mano,
de una derecha distraída
a una izquierda descuidada
Pero cuando miro ellos hacen sus trucos
y sólo entonces veo
- yo sólo puedo decir lo siento,
yo sólo puedo pedir disculpas
como a cada gato,
a cada paisaje
o a cada corazón
que quiere calentarse al calor
de mis ojos encendidos para siempre
Esto que anhelas lo creo yo,
y no pertenece a nadie,
ni en ti cabe todo lo que en mí es grande
Siento que arraigue en ti mi mirada,
rosa equivocada
- tu mirada de vértigo
que busca aterrada un refugio
no lo va a encontrar en este pecho yermo
de esperanzas que lleven tu nombre
Siento haberte abierto todo un cielo
para luego arrebatártelo,
te pido disculpas por mostrarte
una cinética que hará lenta el resto de tu vida
- pero la llama que yo insuflo no te pertenece,
y nunca entraría tu pie descalzo
en este zapato de cristal,
que tampoco es tuyo,
y que hoy rompo con la facilidad con que forjo
otro par con que alimentar otra luz nueva
y distinta
Te siento pobre,
te siento lenta,
te siento impotente
y te siento ciega
- por eso regresas siempre
¿Quieres saber qué se siente aquí?
Todo va tan rápido por dentro
que los órganos chocan unos contra otros
en una sinfonía ensordecedora
que nunca podrías concebir,
y menos aún escuchar
Aquí dentro todo es música y fuego
y tu alma es ante ello un estadío temprano de una semilla
de esas que tal vez nunca consigan germinar, florecer
ni realizarse
Cándida perdida niña,
tu papel es que te amaestren
y yo soy león que desprecia la servidumbre
Ese espíritu que vierten mis ojos,
cuando miran,
es un vino que tú ansías
- mi embriaguez innata,
ese tesoro dulce que solivianta
todo lo que hay en ti
que ya está muerto
Te pido disculpas:
mis ojos depredan sin querer
Cumplieron hace tiempo
el propósito que dibujaron en secreto,
desde lejos,
en tu cuerpo
- caíste y la rabia que te inunda
es la de quien averigua sus designios
cuando ya es demasiado tarde
para desandar los pasos
Seguirás regresando,
adicta mujer de alma extraviada,
a este cáliz que te hace más grande
de lo que jamás se te concedió como poder
- tus manos son pequeñas para contener
tu adicción ansiosa
Lo sentiste, todo eso,
y por eso yo también lo siento
Puede que te traspasara ese espíritu
que sé poner donde poso los ojos;
son mis ojos,
y no los tuyos,
los que miran antes
de que yo pueda ver algo...
... y por eso lo siento,
te pido disculpas:
prefiguré todo esto en un segundo,
y fuiste por vez primera y última
puntual rosa como reloj de arena...
...
...
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