lunes, 10 de agosto de 2009

La gran tríada



“La consistencia de su cintura y el tacto suave que se pega a las manos. Apretarla fuerte, recorrerla con la boca, aspirar ese olor escondido en algún punto entre la piel y el alma, y habitarla, conocer su secreto caliente, jugoso, con la suavidad de ensueño con que me retiene justo por debajo de su ombligo.”

Ay, el verano somnoliente, la canción del tiempo lento, el peso del sol, la estrangulación de los cuerpos, el sudor, las feromonas evaporadas que mandan sus mensajes de conformidad, de compatibilidad, de deseo de unión, por el aire exhausto.

(...)

Ahora soy compositor. He recibido mi primer encargo. Componer para alguien es como planear asesinarlo: debes investigar, seguir sus pasos, sus gustos, acercarte a su forma de ser para, al final, lanzar el dardo exacto que encienda su voz y los corazones de los otros, todo ello sin romper la continuidad premeditada de la línea pretendida. Interesante. La primera ha entrado.

Resulta tentador quebrar trayectorias, revolucionar visiones, despejar nubes y mostrar rutas secretas donde florecerse de manera inesperada, pero eso es para mí. Me lo reservo. Gracias.

Grabando, mejorando, rompiendo, modulando. Tararear en soledad es ahora un trabajo, es oro. Tararear significará viajar, comer, vestirse. Creí que sólo yo sentía la pulpa incandescente del interior de mis notas. Ella se había dado cuenta. No lo supe hasta ayer.

No estoy loco. No estoy loco...

(...)

“Cada postura, cada forma nueva de plegar y desplegar sus piernas, de sostenerla y moverla, me regala una nueva forma de sentir el anclaje profundo. Cada una por separado; pero yo las quiero todas a la vez. Sexo. Órganos limitados...”

(...)

He logrado la perfección en la tarta de tres chocolates. Tres años. Menuda tríada que sabe a diez. El mago Merlín se ríe desde lo alto del castillo. Los legionarios del fango hablan de principios, de regularidad, de coherencia, de fidelidad, de libertad, de pérdida, de abandono, de incomprensión, pero lo hacen desde el foso, donde hasta las bestias murieron ahogadas. El mago, en cambio, se refiere a ellos ahora, por primera vez. Cuántos ríos de tinta han precedido esta respuesta. Ríos de tinta escritos por supuestos vencedores de los principios y los finales, gente suficiente, completa, que hablan del abandono, de la traición, de la coherencia, de la fidelidad, de la lealtad, como si se ahogaran en su paraíso de libertad sin contenido...

(...)

La libertad es el gran concepto-comodín. En su nombre se puede defender a partes iguales la tiranía y el caos. Los extremos tienen tanto éxito porque son botes de pintura de colores básicos, bien definidos, reconocibles por cualquier necio. Es comprensible. Mezclar implica analizar y recordar la mezcla en un futuro recurrente. Demasiado complicado, ¿verdad? Y, sin embargo, el mar es mezcla, la tierra es mezcla, la vida es mezcla. Hasta la sangre es mezcla.

Libertas, libertad, lo prisionero, y encierras, libertad, lo opresor. Y los opresores prisioneros gritan tu nombre, libertad, y los libertos sellan su boca con las mismas cadenas hasta la próxima vuelta de tuerca.

Libertad es el nombre del consuelo. Libertad gritan los amantes solitarios a los amados desdeñosos. Su amor es jaula. Libertad, gritan los amantes por amarse. Su amor es libertad, y su ausencia, jaula.

Libertad, gritan los asesinos. Libertad, gritan las multinacionales. Libre comercio, libre mundo, libres para ser libres de arañar la libertad de otros.

Libertad: eres la puta más barata del mundo. Frente a ti, gran vacío, estulta idea preconsciente, agito mi bandera de conciencia con un espupitajo ofensor.

(...)

“Y sus labios entreabiertos, su cintura contraída por sus músculos, que reptan por mi camino recto. Llena de mí, conmigo aún dentro, y dentro de mí aún, el sueño incumplido de tenerte a pesar de tenerte...”

...
...
...
..
..
..
.
.
.

No hay comentarios: