domingo, 24 de abril de 2016

Sobre lo sano y lo enfermizo










La enfermedad te hace sentir en un mundo helado rodeado de un cosmos gélido de cuyo frío sólo te librarás brevemente hasta ser finalmente fagocitado por él y condenado a la congelación eterna en la que se precipitará absolutamente todo. La vitalidad ajena se hace insoportable al estar construida sobre falacias cuyos juegos prestidigitadores han perdido el poder ilusionista que alguna vez ejercieron sobre ti- deprime por su tragedia intrínseca, es como ver precipitarse un barco por unas cataratas con todos los tripulantes felices saludando desde cubierta ignorándolo todo y sólo pendientes de los pañuelos que agitan.

La soledad es más sana.

La salud consiste en creerse el sol, creerse los días, creerse las emociones, sin mirar más allá, centrado en lo inmediato, vivir los disfraces culturales de las típicas pulsiones de los seres vivos (nacer, crecer, relacionarse, reproducirse y diñarla) con la ilusión con que te creías el mundo cuando tenías tres años de edad.



Algo se ha roto en algún momento...




...
...
...
..
..
..
.
.
.

No hay comentarios: