martes, 10 de noviembre de 2009

Especulaciones sobre el fuego




Mantener la cuerda tensa, estirar el lazo, esperar unos instantes para ver brotar la magia del retraso. Qué diversión, cómo fascina la debilidad de lo imprevisible cuando se enfrenta al tiempo que transcurre sin aviso, instrucciones ni garantías. De repente, todo brota con sentido (y consentido); la visión especulativa del hielo cumple su propio orden del día con pulcritud. Cazar colores, qué divertido y qué grande, jugar a la poesía epistolar, creerse aludido sólo por tomar el color y dejar tras de sí una larva en blanco y negro vacía, temblorosa, derrotada y sumida en una maravillosa pataleta. ¿Creación?

Demolición.

Las especulaciones sobre el fuego crean imágenes preciosas, pero si acercas tu mano a los espejos, están fríos, y cuando el caos del juego enredado en sí mismo se hace acto, ya no sabes dónde arde la llama original y cálida. Cuando el deseo especula, sólo se ve a sí mismo, como los poetas que se entre-leen creen reconocerse a cada esquina, página y grafía...

¿Mentira? Simple y puro escepticismo, cinismo, si quieres; yo lo llamo cromofagia, sólo por joder. Tú dices A, yo digo B, hasta que me canso de contestar X a Y o Ll a Ñ, y callo, sólo por ver cómo el tiempo cumple la rabieta prometida; y sólo por variar la temática. Y lo más divertido es tener la certeza de que nada es cierto, de que me pongo la máscara protagonista cuando nada va conmigo salvo el color que tomo a mi capricho.

A veces me gusta creer, esto es un puro juego; aguantar bajo agua hasta que sales a respirar medio ahogado. Luego salgo yo, y abro la boca con calma, y respiro a bocanadas normales aunque haya estado más tiempo sumergido. El corazón calmado, la respiración relajada, el interior que difumina las aristas equívocas de las imágenes.

Ja, ja, deja ya de toser agua y aprende a bucear un poco, anda. Bucea, salta al lago desde un trampolín de obviedades re-descubiertas, pero en el aire así como en la tierra, si no eres buzo, te ahogas en la inocencia de tu corazón y en cualquier charco, ni que decir tiene...

...
...
...
..
..
..
.
.
.






No hay comentarios: