martes, 19 de julio de 2011

A los que doblepiensan

Vuestros esfuerzos no servirán de nada. Cuando acabéis de pagar el piso, se lo tragará el mar; cuando os hayáis situado en donde sea, los “sitios” dejarán de tener valor. Si tenéis hijos, morirán de hambre o los devorarán las guerras. El papel sobre el que dibujáis vuestros sueños es de tan mala calidad, que no soportará el paso del tiempo más allá de un siglo, justo cuando nadie sepa ya leer. Los soportes digitales se borrarán en cuanto lleven un poco de tiempo sin suministro eléctrico. Los edificios, hechos a contrarreloj y con la mínima calidad posible, se caerán. Todo el plástico se degradará y no quedará nada. Pero seguid, seguid creyendo. Haceos un lugar privilegiado desde el que contemplar el final de los tiempos, porque sólo os servirá para eso. Llenad vuestras arcas bancarias y sacrificad toda una vida para ello, porque ese dinero no valdrá nada, se lo tragarán los desagües financieros. Seguid, seguid fieles a los viejos esquemas del pasado, tan ciegos que preferís mirar con nostalgia un tiempo que, en realidad, nunca existió.

¿Aún no os habéis dado cuenta de la diferencia entre realidad y deseo? Lo que deseáis, lo que os gustaría ser, lo que os gustaría ver en el espejo, eso que tanto imagináis, que tanto anheláis, vuestra personalidad alucinatoria, vuestras ambiciones, nada de eso tiene por qué realizarse; vuestra felicidad no es necesaria, sino indiferente. Desear y reconocer lo conveniente, no lo hace necesario. No hay manos mágicas a las que recurrir, no hay magias curativas. Aún cuando os arrancaran la piel a tiras, ni la más mínima mota de polvo temblaría por vosotros, no hablemos ya de las estrellas. Construís tejados sin muros, puentes sin cables, aviones sin alas, y todo se va acumulando poco a poco hasta que las cosas se estrellen en su sitio en su debido momento, y nada podréis hacer ni por atrasarlo, ni por adelantarlo.

Aquí, en Europa, entrarán a cuchillo en cuanto hayamos perdido el último rasgo de humanidad, y no porque le importe a nadie, sino por pura conveniencia.

Eso que quede bien claro...

...
...
...
..
..
..
.
.
.

No hay comentarios: