sábado, 22 de abril de 2017

Prendada presa




La presa que seguía al gato,
¿de dónde venía?

La presa se prendó del gato
con una mirada fría.

¿De dónde venía el gato?
¿De dónde el destello
que la infectó en el acto?

El gato vio el reflejo
de un dardo accidental
en sus ojos ya perdidos
- las presas infectadas saben
a comida quemada,
sólo son un hambre
que se quiere saciar con agua.

Y a veces el gato juega
con la envenenada
como si pudiera controlarlo todo,
pero él no puede interferir
en un ciclo infeccioso
que ya está escrito:

desde el primer instante
las presas prendidas
desafiarán a todos durante el día
y a la noche regresarán siempre
a pedir cuentas al gato,
obedientes sólo con su fiebre,

¿y la fiebre?

Se creen guiadas
por hilos invisibles de guiñol
y voluntades inventadas
escritas en un papel
que no descansa
sobre este escritorio:

la fiebre es tuya,
tuyo sea el delirio
reptante por todos
y cada uno
de tus dormitorios...

...
...
...
..
..
..
.
.
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