martes, 29 de diciembre de 2009

El imperio del cojón

Ya la he visto, y no ha cambiado nada en mí. Nada de nada.

No sé qué pretende ser eso, pero si es propaganda ha resultado ser bastante torpe.

Los machotes se medían por las armas en Cuba, y la política era cosa de maricones, eso al parecer resume todo el spirit del momento. Lo importante era quién cogíera el fusil primero. Así fueron las cosas, luego.

El cojón es la medida del hombre en muchos sitios, especialmente donde hemos estado nosotros. Qué triste pero, sobre todo, qué españoles (y del sector más rancio, además) resultaron ser estos libertadores que proclamaban una independiencia total con toda forma de metrópoli- independencia, sí, excepto del cojón nacional, hey.

Lo siento, no me impresionan las metralletas. Eso no es política, sino el poco sentido de "comicio" que pueda tener una berrea de venados. Ahí el venado ganador decide- por sus cojones, por supuesto.

La lucha armada establece el conflicto en los términos y lugares propios de la tiranía. Su victoria, por tanto, sólo es patente es esos mismos términos y lugares. Si se pretende afianzar esta victoria en términos de poder, sólo puede afianzarse sobre los mismos cimientos de la tiranía derrocada- de lo contrario, se ven ante el vacío imprevisible de su total ignorancia de la labor política, y de su falta de fe en todo ser humano que no tengan bajo juramento de lealtad. El resultado es una simple sustitución.

Claro que en este mundo mitómano y esteta, lo importante son las buenas palabras y los deseos contradictorios de estas caricaturas de Calígula, irresistiblemente humanos. Pero dejemos la fascinación simia por los espejos por un momento, y centrémonos en la política, o sea, la herramienta destinada a construir una justicia social consensuada, valga la redundancia (en la justicia social no caben pequeñas excepciones minoritarias).

El resultado es patente. No se puede secuestrar a todo un país porque el lider quiera demostrar tener más cojones que nadie. Cuando un lider no tiene fe en su pueblo, es un tirano; cuando un lider cree que sus conciudadanos no pueden ejercer su soberanía legítima porque lo único que pretenden es vender su propio país, se es un tirano, un vendedor de pesadillas, un asustaviejas.

Estos oportunistas burgueses aprovecharon la miseria política y humana de Batista para establecer, a base de tiros, otros 40 años de dictadura militarista al más puro estilo bananero (siguiendo también la tradición política de la burguesía a la que pertenecían, y "evangelizando" a los "salvajes", como siglos atrás- enseñaban a leer y escribir para luego prohibir libros); porque ni Fidel ni el Che eran de clase humilde, precisamente. Qué cierto es, argentino, que alguien iletrado pueda ser fácilmente engañado: tú lo hiciste antes que nadie, amigo.

Porque cogieron los fusiles, porque hicieron la guerra, se creyeron en posesión legítima del poder y de la autoridad, como recompensa por los servicios prestados- como puros mercenarios.

Pegar tiros no es hacer política, ni la manera de aprender a hacerla.

Lo siento, no me impresionan vuestras metralletas.

Aunque sea muy fácil tener cojones con ellas.

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