martes, 19 de marzo de 2013

La inercia de la luna



La realidad quiere parecerse a las novelas,
y el día a día ansía ser película de culto.

Y las conciencias juegan a hacer mutis con sus títeres de transparencia
ajenas a toda percepción externa.

Pero estoy fuera, al otro lado del plástico,
rodeado de aire imprevisible,
pisando tierra,
empapado por la lluvia y en conexión con
las estrellas sin lente ni espejo de cristal.

Los niños juegan: esperan dramas y aventuras.

Los niños juegan como si el mundo no existiera,
como si el deseo comprara garantías de promesa
con una mirada imantada.

Los niños juegan- tretas de escondite y de secreto,
esperanzas de papel y caminos obvios de cartulina
que se los llevará el viento.

¿Qué será de los niños?

Pues la realidad quiere parecerse a las novelas,
y chocarán de lleno contra el granito helado que ante nada se inmuta,
como jamás tuerce el timón el transcurrir del tiempo
ni su estela pasada e irreversible.

Esa inocencia que morirá de frío
- porque el mundo gira a pesar de todo,
las novelas se acaban,
y la severa indiferencia con que se hace imposible lo posible
es imparable como la inercia de la luna...

...
...
...
..
..
..
.
.
.

No hay comentarios: