miércoles, 20 de marzo de 2013

Un caramelo, una sonrisa



Voy por la calle Sierpes de vuelta de la facultad camino de mi casa. Hace un día primaveral espléndido este mediodía, pero no tengo porros y eso me jode cantidad, no poder acoplar el espíritu a la meteorología. A ese respecto, los ojos hace ya tiempo que están en entredicho como mensajeros de la realidad. Veo de lejos a una chica con una carpeta en actitud familiar. La intento esquivar pero me ha enfilado, se mueve a la par que yo hasta que me intercepta.

- Hola, ¿no tendrás unos cinco minutitos, no?

Claro, pienso yo, es obvio que estoy ocupadisimo con mis inversiones en bolsa. La ropa rota, la camisa a cuadros y los pelos de fregona son solo una tapadera, claro.

- Ehm...- digo mientras pienso en algo, pero eso es estar derrotado de antemano.
- Anda, échame una mano, que cobro por encuestas realizadas...
- Bueno, vale...

Me lleva por un callejón hasta un local y allí me sientan. Es un estudio de mercado para una  marca de caramelos.

- Primero te vamos a hacer un cuestionario y luego te daremos a probar un caramelo que promocionamos para saber tu opinión.
- Ok- digo mientras me pregunto para mis adentros cómo voy a opinar sobre algo que me importa un carajo.
- ¿Qué tipo de golosinas son las que más consumes?
- Ninguna.

La chica se queda como pasmada. Pero es la verdad. Yo sólo pienso en porros en lo que respecta a consumibles.

- ¿Qué?- me pregunta, incrédula.
- Ninguna, es la verdad.
- Pero hijo, ¿nunca te comes un chicle, un caramelo, un algo??
- No, la verdad es que no me acuerdo ni de que existen. Tomo café, fumo...

Silencio incómodo. La chica no sabe qué hacer ni con el boli ni con la carpeta.

- Pues no sé qué poner...
- ¿No hay una casilla donde ponga "ninguna"?
- No, esto no lo contemplaron los que diseñaron este estudio de mercado.
- Ahh...

Me mira y mira al papel paulatinamente, indecisa.

- Pero no me lo creo, vamos. Mira, ¿ponemos chicles y caramelos?
- Por mi...

La chica apunta con prisa.

- ¿Por qué no te lo crees? Es la verdad.- le digo.
- Vamos, es que no me lo creo, así, directamente.
- Verás, hija, yo fumo porros, todo el día. Y honestamente, es la única golosina que me interesa. Pon eso en el cuestionario.
- No lo puedo poner

La miro a los ojos y le sonrío.

- Bueno, pasemos a la siguiente pregunta- continúa, volviendo al tono impersonal.
- Ok.
- ¿Cuál es tu marca de caramelos favorita?
- No tengo.

De verdad se cree que me quedo con ella, que le estoy vacilando. Mira al cuestionario, me mira a mi.

- Hijo, pónmelo más fácil.
- Te digo la verdad.
- Dime algunas marcas, al pun pun
- Dilas tú, a mi no se me ocurre ninguna así a bote pronto...
- No te creo, no puede ser

Me pongo a pensar. Pienso en mi infancia. A ver si sale algo.

- Ah, sí, ¡pictolin y juanola!
- Bueno, vale, pondré eso.
- Pero es mentira, nunca los compro
- Me da igual, tengo que pagar la carrera.

Ah, bueno, eso lo respeto. Me parece bien.

- Bueno, pues, ¿alguna pregunta más?- le digo, ya con prisas por irme.
- No, ahora vamos a probar los caramelos.
- Pero es que no tengo hambre.
- Es solo catarlos, los puedes escupir luego si quieres.

Me da uno, azul.

- ¿A qué sabe?- me pregunta.
- Yo qué sé, a dentífrico.
- Imposible
- Pues me sabe a dentífrico, apúntalo.

Apunta, pero me da que apunta lo que le da la gana. Luego me da otro, naranja.

- ¿A qué sabe?
- A jarabe para la tos.
- Menudo negocio voy a hacer contigo.
- Te juro que no lo hago a propósito.

Sigue tomando nota a toda prisa. también quiere acabar. 

- Bueno- continúa con otros cuestionarios- ¿cuál te ha gustado más?
-  En realidad ninguno me ha gustado más que el otro...
- Joder...

La miro a los ojos. ¿Tengo que mentir? Si me dan igual los caramelos, yo iba a mi casa y me parasteis vosotros.

- Bueno, pues el azul. Es muy wateriego- le digo para contentarla.
- Y, ¿por qué?
- Yo qué sé, pon que por el color.
- Eso no puedo ponerlo, tampoco lo contemplaron.
- Pues yo sí que no puedo, sólo tengo criterio para la cerveza y los canutos.
- En fin, última pregunta y te puedes marchar.
- Vamos.
- ¿Con cuál de los dos te sientes más identificado?

Joder, vaya pregunta. ¿Como se identifica uno con un trozo de sacarosa untada con mierda? En fin, ya aprendo de ella y contesto al pum pum.

- Con el naranja.
- ¿Por qué?
- Siempre quise ser ser orangista en Belfast.
- ¿Qué?
- Déjalo.

Me levanto por fin para marcharme.

- Espera, como obsequio te damos un paquete de estos nuevos caramelos.
- Da igual, no me los voy a comer.
- Pero...
- Quédeselos, ya le dije que no como caramelos, es perder el tiempo.

Me voy sin mirar atrás. Ah sí, la primavera, la calle sierpes, la libertad. Sin porros. Sol.




Al poco vi esos caramelos azules por las tiendas. Goliath. Menuda mierda.


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