domingo, 20 de agosto de 2017

La porcelana







Cayó de espaldas y escuché quebrarse la cerámica
de todos nuestros vinos.

Mi amigo tenía un botijo roto en la cabeza.

Tenía la guitarra en la mano
y quería romperla en aquel chandal
con un corazón rapado
y terror zigzagueante con los puños.

Pero mi amigo tenía un botijo roto en la cabeza.

Mi amigo era de cristal.

Seis chandals nos miraban con la sensibilidad rapada
y el pánico de la muerte como si fueran moscas.

Nadie debía acercarse a mi amigo.

Mi amigo era de cristal,
y tenía un botijo roto en la cabeza.

Le ordené marcharse
salivando su muerte
en mis palabras,
mientras mi amigo de cristal
tenía un botijo roto en la cabeza

Y aquel chico me miró con un miedo
más profundo que mis breves palabras,
porque lo miré a los ojos y me vio,
y yo le ordené marcharse
con el sonido de un botijo roto en la cabeza...


...
...
...
..
..
..
.
.
.



No hay comentarios: