martes, 26 de mayo de 2009

Suelas

Mientras el corazón cambia los compases
de los pasos de lo eterno,
no tengo zapatos para andar...

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

nada como ir descalzo en los pasos de lo eterno, de lo entero.

Quacking-pingüino absort-minded visions dijo...

Sí, pero es horrible tener unos zapatos raídos para la acera pedregosa, je, jee.

En lo eterno no hacen falta. Será por eso que se camina tan cómodo en la playa, junto al mar infinito.

Saludos!!

Anónimo dijo...

sobre la acera, en ese caso, se puede intentar volar o también ponerte unos zapatos nuevos... o que el corazón exija menos!